
3º El Informe 2016 del Consejo Escolar del Estado sobre “El estado del sistema educativo”, señala que el gasto de las administraciones por alumno en un centro concertado es poco más de la mitad de lo que gasta por cada alumno en la escuela pública.
4º Todos estos datos avalan los informes aportados por diferentes organismos de la Administración, tanto estatales como autonómicos, que constatan de forma oficial y fehaciente el déficit del concierto educativo, frente a la injusta afirmación realizada por Gabilondo respecto al incremento de la financiación de la concertada.
5º Desde Escuelas Católicas ponemos en cuestión las cifras aportadas por el periodista, ya que no concuerdan con los datos del Boletín Oficial, ni con el último informe del Consejo Escolar del Estado, ni con la encuesta del INE. Solicitamos a los medios de comunicación rigurosidad tanto a la hora de manejar cifras, como de citar las fuentes.
6º Escuelas Católicas quiere subrayar, muy al contrario de lo que se dice desde algunos sectores, que la escuela católica, mayoritaria en el sector de la enseñanza concertada, supone al Estado un ahorro superior a los 5.000 millones de euros cada año. Por todo ello, pide acabar con la demagogia y las mentiras sobre la financiación de la enseñanza concertada, y subrayar que la escuela concertada no es subsidiaria de la escuela pública, no es solo “un apoyo”, es una red complementaria y necesaria para el sistema educativo español. Nunca ha sido subsidiaria, pese a la interpretación torcida e interesada que se está haciendo últimamente del Artículo 27 de la Constitución y del régimen de conciertos, unos conciertos que nunca fueron concebidos como una medida provisional.
7º Por último, reitera la necesidad de respaldo y reconocimiento público de la enseñanza concertada, por su contribución a la sociedad y por hacer posible la libertad de enseñanza para todos. La confrontación de las redes pública y concertada perjudica a nuestro sistema educativo. Escuelas Católicas cree que es necesaria una enseñanza pública de calidad, pero también cree que no debe ser la única. La existencia de dos redes complementarias es necesaria en una sociedad democrática, como lo es en la inmensa mayoría de los países democráticos de nuestro entorno. No hay que confundir la defensa de la escuela pública con la exigencia de excluir las demás. El Estado, con independencia del partido que gobierne, debe garantizar la educación para todos, pero esto no significa que deba tener el monopolio de la misma.
Fuente: EECC de España