En el aroma de una tarde brillante de primavera, hemos celebrado la alegría de la Pascua cristiana, del paso de la muerte a la VIDA.
En disposición radial, como los rayos luminosos y calurosos del sol, nos hemos dispuesto los más de 700 alumnos, junto a sus educadores en el patio «grande».
Hemos cantado, leído la PALABRA DE DIOS, bailado al unísono al ritmo de alegre música… concluyendo con el saboreo de una dulce piruleta.